Entrada sin consistencia

Hoy es uno de esos días en los que te apetece escribir algo pero no sabes qué escribir porque no se te ocurre nada. La mayoría de las veces es lo que me pasa, que cuando quiero manifestar algo no se me ocurre nada, y cuando tengo todo ordenado en mi cabeza, no tengo ni el medio ni el tiempo necesario para poder sacarlo de ella.

Cuando quiero escribir algo siempre quiero que quede más o menos perfecto -para mí- , así que la mayor parte de las veces no escribo nada por el hecho de que para escribir una porquería, no pongo nada. Y hay otras veces en las que lo tengo todo para salir del horno pero me doy cuenta que hay más pan del que tiene que haber, así que para decir cosas que no tienen que ver en el cuento o que digo más de lo normal, pues es mejor que me quede calladita.

Tampoco es que tenga el mejor momento para estar completamente sola y en silencio, sobre todo y lo más importante, que esté inspirada, para escribir cualquier historia o pensamientos que me andan por la cabeza. Necesito estar totalmente en silencio e inspirada, disponiendo de tiempo suficiente para desarrollar las cosas. Sinceramente, si pudiera escribir en sueños, este blog tendría el triple de entradas de las que veis ahora mismo. En los sueños no soy yo, soy otra yo.

En estos momentos ni soy yo, ni soy otra yo. Soy una especie de medio zombie que le está pillando el gustillo a pasar una parte de las noches en un ordenador viendo series, chateando, o ser un zombie stalkeador en Twitter, cuya cabeza no está funcionando como debería de funcionar un día normal a las 12 de la mañana. El cansancio acumulado de todo el día hace que combata el sueño que aparece de él y dé como resultado entradas sin consistencia como ésta.

Ñoñerías

Sí, como sabemos todos, hoy es 14 de febrero. ¿Y qué es el 14 de febrero? San Valentín, el día de los enamorados y etc. Vamos, un día ñoño a más no poder, un día de celebración para todas aquellas parejas. Yo, como muchos, no celebraré nada, porque ni tengo pareja ni porque creo que esas cosas, aunque tuviera pareja, se tendrian que celebrar todos los días, demostrar ese amor día a día, no un día en concreto puesto en el calendario porque sí.

Yo soy otra más forever alone. Nunca he celebrado el día de San Valentín y nunca he tenido una pareja que yo quisiera de verdad. He sufrido mucho para nada, me he enamorado de verdad para conseguir nada, y cada día que pasa se me hace más difícil enamorarme.

Hace tiempo creía que por salir con alguien me iba a enamorar. Pensaba "venga, voy a ver si así intento olvidar a esa persona". No sabía que estaba usando a otra persona para al final acabar peor, hiriéndola y yo acabando aún peor sabiendo que me he hecho daño a mí misma y sobre todo a una persona que me quería de verdad, pero yo a ella no. Estaba pillada totalmente por alguien que no merecía la pena. Sufría y sufría para nada.

Me pueden gustar muchas personas, pero no me puedo enamorar de muchas personas porque sí. No es lo mismo 'gustar' que 'enamorar', no es lo mismo 'querer' que 'amar'. Son significados distintos. Para mí es difícil enamorarme de alguien, ya que para que eso sea así, esa persona tendría que tener algo en especial que las otras no tienen, además de estar siempre preocupada por mi y no mentirme nunca. No quiero volver a caer en otra piedra que me haga más daño, por eso mismo, tengo miedo de enamorarme.

¿Cuándo me volveré a enamorar de esa manera? ¿Quién será esa persona la 'afortunada' de ser querida por alguien como yo? ¿Seré correspondida o volveré a caer? Por esas cosas tengo miedo, miedo de seguir en las mismas y convertirme en una 'sin sentimientos' debido a eso. Quién sabe, quizás las cosas cambien algún día. Mientras tanto, seguiré 'celebrando' este día sola.

Esa falsa personalidad, esa falsa amistad

Me asombro muchísmo al ver cómo cambia la gente de un día para otro, esa gente que no pensabas para nada que iba a acabar así y en tan poco tiempo, gente sin personalidad.

Mi vida ha cambiado mucho, pero no de un día para otro. Yo he intentado mejorar cada día, seguir siendo como soy, adquiriendo otro tipo de facetas, pero no de personalidad. Sigo teniendo la misma hace 5 años que ahora, pero mejorada. Esto no es lo mismo que hacen otras personas, que hoy son 'esos grandes amigos para toda la vida' y mañana, sin darte cuenta, te clavan el cuchillo por la espalda y tú tienes la culpa de todo. La sociedad de hoy en día es bastante falsa, sinceramente.

Miro hacia atrás y recuerdo a todos esos amigos que tuve creyendo que eran para siempre, esos amigos que ya no quedan ni la mitad de ellos en mi vida. Son ahora unos meros conocidos y algunos de ellos desconocidos. Poco a poco me he quedé sola, con dos o tres amigos de hace años que hoy en día sólo puedo decir que uno de ellos es de verdad. No sé si debería de alegrarme por eso, de quedarme con solo uno de ellos, el único que ha merecido la pena y que siempre ha estado ahí, o pensar si había hecho algo mal para perder a esas personas. Lo único que sé es que en mi vida ha habido mucha gente que ha pasado por ella y poca que se ha quedado, dejando momentos que no olvidaré nunca.

Lo que en verdad quiero hablar es que aquellos 'amigos', esos grandes amigos que creía que iban a ser para toda la vida e iban a estar contigo para lo que sea, me hicieran cosas que todavía tengo guardadas en el corazón. No sé porqué la gente es tan falsa con los demás, y sobre todo con amigos que ni merecen tener. Me duele que haya gente que te ilusione con cuatro cosas, aprovechando lo inocente que eras en ese momento, para luego odiarla con todas tus fuerzas por enterarte que esas cuatro cosas eran pura mentira. ¿Por qué hay gente así? ¿Qué sacan con eso? ¿Se divierten acaso? A mí no me parece divertido. Las cosas claras, y punto.

Ahora ves a tus ex-queridísimos amigos 'felices' con esa gente que tanto criticaban en el pasado y te quedas flipando, aún más al saber que 'esa gente' ha estado siempre ahí y TÚ no, cuando estaba siempre con esa preocupación por todo, y al saber que TÚ has tenido la culpa de todo, por blablabla y cuentos de mierda. Sí, al final de todo siempre le echan la culpa al que menos la tiene y al que sufre más por esa amistad. Parece que así es la vida, y seguirá, lamentablemente.